martes, 18 de marzo de 2014

¿Qué pasa con las cajas mágicas de la Ciudad Jardín?

La ciudad de Maracay ha sido por tradición el principal centro cultural del Estado Aragua, existen gran cantidad de instituciones que se dedican a este trabajo y de allí que por generaciones se han formado destacados representantes del arte quienes se han encargado de mantener la formación.

Dar muestra de lo que este trabajo genera es uno de los principales objetivos de estas instituciones y también existe un sector de la sociedad ávido de espectáculos artísticos y culturales como una forma de entretenimiento e intercambio de ideas.

Teatro Ateneo de Maracay

La primera sala para muestra de trabajos de la cual se tiene registro en la Ciudad de Maracay es el ahora conocido como Teatro Ateneo de Maracay, con capacidad para 262 personas; posteriormente y como parte de ese legado arquitectónico que le dejó el General Juan Vicente Gómez a la Ciudad se comenzó a construir a finales de 1950 el Hotel de Golf Maracay, el cual tiene un anfiteatro como parte de su infraestructura con capacidad para 550 personas, obra del Arquitecto Luis Malaussena.

Anfiteatro del Hotel Maracay

Por otro lado se encuentra el Teatro de la Ópera de Maracay, la principal sala cultural de Maracay, cuya construcción se inició en 1932, también como orden del General Gómez bajo la responsabilidad de Luis Malaussena. La inauguración estaba prevista para el año 1936; sin embargo, por la muerte de Gómez en 1935 la obra se paralizó, para ser inaugurado finalmente en el año 1973.

Teatro de La Ópera de Maracay

Tanto el Teatro Ateneo como el  Teatro de la Ópera han sufrido temporadas de puertas cerradas; por un lado el Ateneo se mantuvo cerrado por remodelaciones que afectaron gravemente su arquitectura original. Tres remodelaciones en total, la última reapertura en 1995 se logró  gracias a la iniciativa de trabajadores culturales quienes consiguieron los aportes necesarios para abrir sus puertas ininterrumpidamente hasta el año 2013 en el cual se decide cerrar temporalmente para mejoras en la infraestructura.

En el caso del Anfiteatro del Hotel Maracay, por mucho tiempo se mantuvo en el olvido, no tenía escenario en óptimas condiciones, ni equipos técnicos, tampoco personal especializado; básicamente ha sido un espacio a el cual no se le ha brindado la importancia que requiere. Actualmente se conoce que este espacio está siendo recuperado y se han realizado mesas de trabajo para mejorar sus instalaciones; esperemos que pronto se pueda reactivar esta importante sala de la ciudad.

El Teatro de La Ópera de Maracay, ha tenido también sus etapas, la inauguración fue tardía pero en su momento gozó de la mejor tecnología y comodidad para quienes hacían uso de la sala; se fue deteriorando por falta de administración responsable y cerró sus puertas en el 2009 para realizar remodelaciones gracias a una partida emanada de la Presidencia de la República de 22.6 millones de bolívares en el año 2009; que hasta la fecha no se le han visto resultados positivos.

El cierre de este Teatro declarado en 1994 Monumento Histórico Nacional, lamentablemente no fue programado, dejó en el aire a presentaciones regionales y nacionales; además de esta repentina decisión destruyeron gran parte de la historia y legado de este espacio, sacando a la calle escenografía valiosa cultural, emocional y económicamente, algunos cultores se acercaron a  tratar de salvar parte de esa historia, sin embargo no todo pudo ser recuperado. Ya han pasado más de cuatro años, el teatro  sigue con las puertas cerradas y aunque se ha dicho que han retomado la remodelación, al pasar frente a esta joya cultural no se siente el cambio para bien del cual se habló, se observa un espacio baldío y triste.

El tiempo pasa y es momento de tomar las riendas para no dejar que se pierda un legado cultural tan rico. Es mucha la historia que hay detrás de estos espacios y cada uno de nosotros podemos ayudar a reconstruirla. Algunas agrupaciones y organizaciones se han manifestado con acciones de calle para hacer un llamado de atención por lo que está ante los ojos de todos, pero esto no ha sido suficiente. La responsabilidad de llevar un proyecto adelante debe ir más allá de amiguismos y pago de favores; la administración cultural es tan importante en una sociedad como la educación, la salud, la seguridad y el deporte; creo que en el momento que dejemos de discutir que es lo más importante y se comience a trabajar en cada área responsablemente y con personal capacitado veremos los resultados que tanto esperamos.